Y en el silencio apareces
muda con tu mirada eléctrica
advirtiéndome sobre el dolor
sin saber que soy el dolor mismo
Que mis letras
son como una película de Robert Rodríguez
o de Tarantino
y que la sangre es la tinta con la que escribo
A pesar de eso insistes en sugerirme
y yo hago caso omiso a tus palabras
porque prefiero que tus labios me hieran
a quedarme con mi aliento
Me miras y me entrego a tu condena
listo para que tus brazos me asfixien
:Hace tiempo me di cuenta que sufrir es mi felicidad
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