Un solo tema, dos puntos de vista:
LLUVIA
Mi punto de vista en su blog: quemevanahablardeamor.blogspot.mx
El punto de vista de @Joisab , aquí:
He afirmado
que puedo pasar horas viendo llover; tantas veces lo he dicho que ya me lo creo,
aunque la verdad nunca he tenido las horas disponibles para hacerlo o si las he
llegado a tener, la lluvia es efímera, breve, circunspecta, así que hasta ahora
no han coincidido mis horas y la duración del fenómeno meteorológico ¿fenómeno,
meteoro?. Aquí estoy ahora, viendo caer la lluvia interminable… A ver: ¿si no
cae no es lluvia? La caída del agua es parte de su definición, claro… ¿y la lluvia de balas, no es ésta horizontal?,
¿se puede caer horizontalmente?
Dejémoslo así. La lluvia ¿interminable?... las palabras con sus bofetadas a
veces tan tiernas.
Allá está el
cadáver.
Miro sin
cansancio (incansablemente) el agua que se derrumba y derrama (ni se derrumba
ni se derrama, ¿se vuelca?) y quiero no seguir con la diatriba metalingüística que
me ronda como sombra, el charco donde siempre piso, qué hacer. Las gotas caen
sobre el cadáver (caen sobre el caído), parecen solícitas criaturas acariciando
con liquidez la yaciente carne. Oigo la profusión del agua sobre el techo y
deseo pensar en insectos bailando sobre el metal, siguiendo la melodía acuosa,
el regocijo mortal. El cadáver se baña o es bañado y siento que veo una
fotografía antigua y enigmática, incolora, relavada. Imagino las nubes,
creadoras laboriosas de las minúsculas porciones de humedad.
La luz, con
placidez de arroyo lento cae y difumina el cuerpo que ahora luce cual ruina pletórica
de agua; que rezuma lluvia, agregaría, si otro fuera el momento y si la puerta
no se abriera con violencia, atrayéndome a la distracción del diálogo.
- ¿Quihúbo,
qué haces? -Preguntas,
sin notar mi sobresalto.
- Viendo…
(… llover, te diría, pero me interrumpes y mascullas, farfullas, no sé cómo
haces para gritar tan apagadamente; no cualquiera, me digo, casi a punto de envidiarte).
-¡Qué
chingada peste!
-¿Peste?
Pregunto, incrédula a medias porque ya el aroma fétido me envuelve y me
convierte en crédula y creyente (credencial y crepitante). El tremendo hedor
premonitorio y dulce, amargo,
melancólico y ácido de la descomposición inunda mi cuerpo y me hace bailar
en una arcada repentina, la boca se me llena de gotas que no caen, ni lavan las
calles, ni mojan los árboles; la boca no me llueve, pues, solo se inunda de
agua.
- ¡El
solazo cabrón y ese perro en plena
banqueta! ¿Que no hay quien haga algo?, ¡carajo, no se soporta! ¿Qué no tienes
nariz? - No
esperas respuesta a tal pregunta retórica; te veo buscar, encontrar una pala,
guantes y salir, a hacer algo, a deshacerte de, a ocultar tal, a practicar lo
evidente, porque no sabes que.
Yo ya había
hecho la lluvia y la veía caer.
Rodar.
Correr.
Para borrar la
pestilencia, eliminar el animal muerto, crear un cadáver bendecido por el agua.
Olvidar.
(Por lo menos
siete verbos sin conjugar, según definición eso es el olvido)
Josefa Isabel Rojas Molina / 15 de abril de 2015 / Cananea,
Sonora, México
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