Un solo tema, dos puntos de vista:
CELOS
Mi punto de vista en su blog: pelvicando.blogspot.com.ar
El punto de vista de @Pelvica , aquí:
Hay (celos)
Celos hay. Siempre hay. En
mayor o en menor medida, pero hay.
Hay celos nuevos, hay celos
gastados en las puntas y hay celos anteriores al dilema del huevo y la gallina.
Hay celos personalizables y personalizados. Hay celos para toda época, cultura
y región. Hay celos más femeninos, otros más masculinos y otros que no tienen
género. Hay celos grandes, chiquitos, tímidos, extravagantes, maquillados y al
natural. Hay celos de rico y celos de pobre. Hay celos religiosos y celos
ateos. Hay celos que mueren y otros que sobreviven a varias reencarnaciones. Hay
celos que se arman con el tiempo como rompecabezas y hay celos que se desarman
como tablero de juego de mesa jugado hasta el total aburrimiento.
Hay escenas de celos en las
que se nos va una de nuestras nueve vidas de gato curioso, otras en las que, como
en un episodio de muerte súbita, vemos pasar los momentos más importantes de
nuestras vidas, porque sabemos que la vida no volverá a ser la misma. Hay
escenas de celos en las que somos actores secundarios, otras en las que somos
víctimas pero también están esas en las que somos los protagonistas. Hay
escenas de celos en los que involucramos hasta a los fantasmas de relaciones
pasadas, y hay celos que nos involucran en nuestra calidad de zombies sentimentales.
La vida misma, a veces, parece una gran escena de celos esperando actores y
actrices que inevitablemente se obliguen a actuar su rol mientras otros miran
preguntándose cuándo les toca subir al escenario.
Hay celos porque hay
desamor. Hay celos porque no hay justicia. Hay celos porque no hay
comunicación. Hay celos porque no hay equidad. Hay celos porque hay violencia
económica. Hay celos porque hay ideales de fidelidad y realidades infieles. Hay
celos porque no hay confianza. Pero sobre todo, hay celos porque todavía
queremos que los haya.
Hay un mínimo de celos sin
el que no podríamos existir, ese celar de libertades que nos corresponden pero
que nunca ganaremos; ese celar de la muerte que es la posibilidad de terminar
con la vida que no elegimos; ese celar al cielo, al sol, a la luna, a las
estrellas y a todo lo que es por fuera de nosotros mismos; ese querer hasta
ocupar físicamente el cuerpo del otro y volvernos uno incluso fuera de la cama cuando
nos apasionamos; ese celar de querer revivir a nuestros muertos .
Pero también hay formas de
ser humano sin ser celos@, aunque los únicos que podemos ser celos@s somos los
humanos.
Si no hay celos, estamos
muertos. O evolucionamos en alguna forma humana o no humana superior, capaz de
ser libre, dejar ser libre y liberar en vez de esclavizarse y esclavizar a
través de los celos o de cualquier otro mecanismo de esclavitud mental,
espiritual y física.
¡Ay!
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