agoniza el tiempo
con el cinismo de un beato
y la misericordia
atolondrada
del más hijoeputa
que haya existido
dos toques
para aliviar la soledad
amante
leal
a las convicciones de mi tinta
la luna vigila
tus silencios
mi euforia
estas ganas
de masticarte
suavemente
hasta derramar tu sangre
por las comisuras de mi boca
la luna vigila
siempre atenta
cómo es que sanan mis heridas
una por mes
dos por desamor
así hasta llegar a trescientos sesenta y cinco días
y con un marca textos
rellenar el calendario
pongo música
en señal de protesta
por falta de ella
o de él
según la nueva moda
pongo música
y bailo
tan disparejo
con un ideal a cuestas
rememoro
con la memoria de un pez
los tragos amargos
que no me hacen olvidar
y me siento como un cobarde
que hasta me pongo a llorar
pero brindo por ellos
y no hay más
deshago mi cama
a las cuatroycuarentacinco a eme
medito sobre el tiempo
aguijón
sepultado en la percepción de la vejez
cuando me doy cuenta
de cómo crezco
a veces
sin tanta fe
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