Vuelvo al lugar donde fui un día

Vuelvo a pisar las huellas que dejé algún día
repletas de recuerdos inconscientes
con la inseguridad de saberme frágil por ser hombre

Mi memoria-pez nada en vidas interminables
Personajes que me cuelgo al hombro
dispuestos a tratar de ser lo que imaginé desde chico
Sin embargo busco un par de brazos
que me den la certeza de que la locura es mi fe

Recorro las calles que fueron testigo
cómplices de historias inimaginables

Doy un paso y veo la ventana que me enseñó la ciudad
Doy otro paso y me lanzo a la disgregación citadina

Quisiera que las palabras
fluyeran como un río desbocado
golpeando recuerdos, anécdotas
uno de esos segundos que mitiga la ausencia de alguien

Me pregunto:
¿Es posible que durante la distancia
más allá de los kilómetros o de las ausencias
pueda un solo instante
trepar con pasos de gigante
hacia las nubes que siempre llevan a casa
antes de aceptar
lo complicado que es ser hombre?