Son las tres:seis a eme. Estoy
entre la espada (insomnio) y la pared (dormir). Me esfuerzo por teclear un par
de letras. Llevo días en los que se me desgasta el tiempo en sobrevivir. Hace
un par de años mi única preocupación era ser feliz. Me lo explicó Gerardo días
atrás: a más exigencias menos tiempo. Crezco tanto como la angustia que me
desintegra. Reconozco un yo que siempre rechacé.
Intenté librarme de la
depresión con un texto basado en Kalimba y tocar fondo. (Lo que quiero decir
con tocar fondo es…) No supe cómo iba a terminar aquella idea de Kalimba
llorando sobre